El precio del cobre ha mostrado un crecimiento del 2% respecto al cierre de la semana pasada, situándose hoy en 419,2 centavos de dólar por libra (cUS$/lb), un valor ligeramente superior al registrado el lunes. En los últimos 20 días, el precio ha mantenido una tendencia positiva, con una variación acumulada del 1,4%, alcanzando un promedio anual a la fecha de 414,2 cUS$/lb, lo que supone un aumento de 22,7 centavos en comparación con el mismo periodo en 2023.
Esta alza ha coincidido con un debilitamiento del dólar y las expectativas de estímulo económico en China, el mayor consumidor mundial de cobre. La caída del dólar ha hecho que los metales, cotizados en esta divisa, se vuelvan más atractivos para compradores internacionales. Además, la posible reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha incrementado el optimismo en los mercados, favoreciendo la demanda de metales no ferrosos.
China, por su parte, ha señalado que sus políticas económicas estarán dirigidas a fortalecer la demanda interna, especialmente a través del consumo. Aunque los nuevos préstamos bancarios no alcanzaron las expectativas en agosto, las cifras de financiación social, un indicador clave para el consumo de metales, superaron los pronósticos, reforzando las esperanzas de una mayor demanda de cobre, crucial en sectores como la construcción y la energía.
En un contexto internacional, se espera que los bancos centrales de Japón y el Reino Unido mantengan sus tasas de interés sin cambios. Sin embargo, la mirada está puesta en la reunión de la Fed el 17 y 18 de septiembre, donde el mercado anticipa una reducción de hasta 50 puntos básicos en las tasas, lo que podría seguir beneficiando el precio del cobre en las próximas semanas.